Enviado por Tranko el
Carambola es lo que se puede decir que acabo de realizar, sin quererlo pero bien realizado.
Para los que no lo sepan aún y de vez en cuando lean este blog, cambio de trabajo, este cinco de marzo me incorporo con una nueva empresa. Un nuevo reto sin duda que me ha gustado como me lo han sabido proponer. Así que dí los quince días en mi vieja empresa (Meta4) a la que la debo la oportunidad de entrar en el mundo de la consultoría que ahora me brinda nuevos retos y miras.
Además, tenía ya pedida la última semana de Febrero (del 27 al 3 de Marzo) para irme a esquiar a Andorra, así que todo ha coincidido, el lunes estaré en mi nuevo puesto (mediante una consultora) en las oficinas centrales de Correos, en el Campo de las Naciones.
Bueno, y hablando del viaje a Andorra, se puede ir definiendo en varios días y las etapas pasadas:
Domingo 26, ida y recogida del material:
Viajamos el domingo 26, a las 8:30 de la mañana desde las Ventas. El coste del viaje (530€) incluye el desplazamiento, 6 noches de hotel con pensión completa (desayuno y cena en el hotel, y comida en pista dentro del completo de GrandValira). Este día lo catalogo como el que más nervios he tenido, realmente por que ya experiencias pasadas con equipo alquilado me han traído por el camino de la amargura. Y efectivamente los pronósticos se cumplieron, y las botas no me entraban, la caña no podía cerrarse de ninguna manera (ni siquiera con el número más alto de la tienda: 33.5 de bota equivalente a más de un 50 en tallaje europeo).
Así que reconozco que la cena de la noche fue un prepararme para lo peor, y era que posiblemente no pudiera disfrutar de la semana, puesto que esquiar (como más adelante reconozco) sin tener las botas ancladas es una locura un poco arriesgada.
Lunes 27, primera toma de contacto:
Bueno, como novatos que eramos varios del grupo (íbamos tres personas que no teníamos conocimientos de esquí alpino), pues teníamos clases para comenzar a esquiar al poco de llegar las pistas, clase de 10 a 12, y las cosas iban bastante bien, el instructor fue simpático pero metiendo caña. Otro chico y yo íbamos bastante lanzados sin problemas. El resto pues estaban algo más agarrotados pero también comenzaron a lanzarse sin muchos problemas.
Las primeras lecciones para saber deslizarse sobre los esquis, así como las primeras bajadas con al cuña fuerzan bastante las piernas. Tuvimos el sobresalto de una las amigas que se cayó con la mala suerte que se arrastro la cara contra la nieve y se hizo unos arañazos y tuvo dolor de cuello durante los días siguientes, pero no desistió y siguió esquiando.
Esquié durante todo el día con los anclajes abiertos (los que sujetan la caña de la bota a la espinillera), lo que hacía que los esquís temblarán mucho, pero al hacer la cuña se notaba poco.
Por la tarde también fuimos a ver tiendas, para ir comparando precios de cosas que quería la gente, yo concretamente quería un movil, pero los precios que vi no me convencian.
Martes 28, la cuña comienza a aburrir:
Contra todo pronostico me levante sin agujetas, desayuno fuerte y a la pista. Teníamos clases de 10 a 12 igual que el día anterior.
La verdad es que no era el momento, pero salia solo en poner los esquís en paralelo a medidas que ibas realizando giras en la pista blanca. Este día el instructor apenas explico nada para los que íbamos algo más avanzados y se centro en que los que iban algo más retrasados pudieran avanzar y sentirse más seguros. Dio una explicación rápida de como comenzar a realizar los paralelos (no solo en las partes rectas), sino también en los giros. Aunque fue una explicación bastante breve nos valió para lanzarnos con más soltura por la pista verde y a última hora nos atrevimos a bajar la verde paralela que tenía mas pendiente.
Me costaba controlar la velocidad (supongo que el peso influye bastante), al ponerme de cara a la pendiente cogía más velocidad que el resto de la gente haciendo la cuña, aunque con los cuña-paralelos mejoro mucho.
Al final del día pude conseguir cerrar los anclajes tres y cuatro de las botas, al mínimo, y abriendo los tornillos de fijación al máximo, que me dio bastante más seguridad esquiando, claro que los anclajes inferiores tuve que cerrarlos mucho por que el tobillo empezaba a quedarse suelto.
Por la tarde noche tuvimos la fiesta de bienvenida, a la que acudió muy poquita gente, y en la que nos retiramos pronto (los que asistimos del grupo).
Miércoles 29, la primera azul corta:
Se comenzaba a notar cansancio al despertar, y las primeras agujetas surgieron, pero... no en las piernas, sino en los brazos (de tanto remar y tener que subir las pistas verdes con el remonte de percha). A la hora de la clase (la última de 10 a 12 de la mañana), el instructor nos llevo por la pista del remonte Xavi, el primer telesilla que cogíamos (la primera impresión es que nos iba a matar según me bajaba). Había bastante, pero bastante más pendiente que las verdes iniciales, y los paralelos, más que esto eran teblequeos de los esquis.
Los anclajes a estas alturas estaban casi al tope cerrados los que aprietan el tobillo y la parte de los dedos, pero seguian muy sueltos (a primera hora de la mañana no se pueden cerrar ninguno de los superiores). Estuvimos toda la tarde lanzandonos por una pista azul con nieve bastante blanda que permitia ir ensayando los paralelos poco a poco.
Por la tarde fuimos a ver tiendas (perfumerias, tienda de deportes y electronia principalmente), asi como el HyperAndorra, al final me compre una mochila Salomon XA 10+3 que era de nuevo diseño y que habiamos visto el lunes, la verdad es que poder beber agua mientras esquias es algo que se agradece muchisimo. La mochila puede tener hasta 1,5 litros de agua. El consejo dado por dos amigos que tienen una es realmente bueno por que la bolsa que contiene el liquido puede llenarse y limpiarse facilmente por que se abre completamente me sirvió para terminar de convencerme de que tenía que comprarla, además de darla más usos en verano con las salidas de montaña que quiero realizar.
Jueves 1, primera azul larga:
Si... nos subió al telesilla Coma, una de las chicas del grupo abandonó, no se sentia segura como subir hasta arriba (esto cabreó al monitor durante el resto de la clase). Y los demás al menos ya ibamos calentitos por el cambio de horario, de 12 a 14 horas del día, lo que te permitía llegar y bajar unas cuantas veces la azul corta y ver como respondían los esquís. La verdad es que la pista al comienzo asusta poco, una pendiente tan suave como la verde te permite entrar en calor, hasta que se acaba esta zona de "falsa tranquilidad" y comienza el desnivel de verdad, hasta llegar al punto de la pista que ya sabiamos bajar perfectamente.
El resto de la tarde entrenando en azules sin subirnos hasta la grande, la suerte de que en nuestro grupo hubiera gente de más nivel es que te permite seguirle e ir entrenando mejores posiciones para ir avanzando aunque en clase no puedas o se queden demasiado cortas.
Por la tarde toca compras, para variar algo de alcohol que aquí sale barato y existe gran variedad de cosas para comprar, del resto nada, la electronica no sale tan a cuenta como esperabamos, lo que si sale barato (para aquellos que lo consumen) es el tabaco.
Viernes 2, dándolo todo, y quizás de más:
El viernes, al igual que el jueves tuvimos la sensación de subir otra vez a la talesilla del Coma, esta vez el instructor nos paró en el hotel que esta en esta parte que es un realidad un inglú, esto hizo que nos relajaramos, puesto que nadie volvió a subir la pista el día anterior. Despues de esto, bajar un trozo de roja (compartida con al azul), y vuelta a la zona de más desnivel de azul.
Volvimos a realizar la bajada despues de clase otras dos veces, la última con poco tiempo (con lo que las prisas hicieron mella en las piernas) que estaban bastante cansadas. Eso si, a mayor velocidad, mejor salen los giros, sea por instinto o por que ya estaba dando todo lo que podía mi forma física.
Como conclusión, tengo ganas de repetir el viaje, verdaderamente me quedo con ganas de mucho más, de al menos otra semana más.
Ahora, cierre de esta nueva experiencia, mi mente se centra en mi nuevo trabajo el lunes.
Saludos,
Tranko.
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